Cuando los retos se
presentan y tienen sentido comienzan bien, como maestra y formadora he
escuchado muchos desafíos educativos durante la formación de maestros en uso y
apropiación de las tecnologías de la comunicación y la información entre ellos
"que los maestros desarrollen habilidades.............uhhhhhhhhhhhhhhh
cuantas habilidades, cuantas destrezas, que el maestro ya es un facilitador y
consulté qué significa facilitador y encontré las siguientes definiciones entre
muchas:
“Antes de proceder a analizar en profundidad el
término facilitador es interesante que establezcamos en primer lugar su origen
etimológico. En este sentido, podemos determinar que el mismo se encuentra en
el latín y más concretamente en el vocablo facilis, que puede traducirse como “fácil” y que emana a
su vez del verbo facere que es sinónimo de “hacer”.[i]
“facilitador, ra
1. m. y f. Cuba,
Hond., R. Dom. y Ven. Persona que se desempeña como instructoru orientador en una actividad.
2. m. y f. Ven. Profesor o maestro.”[ii]
"Un facilitador es la persona que ayuda a un grupo a
entender los objetivos comunes y contribuye a crear un plan para alcanzarlos
sin tomar partido, utilizando herramientas que permitan al grupo alcanzar un
consenso en los desacuerdos preexistentes o que surjan en el transcurso del
mismo. Hay muchos tipos de facilitadores, en función del tipo de ámbito en el
que se desarrollen las actividades de los grupos."[iii]
Y son tantas
las definiciones y tan variadas según la época, que me hace pensar que hay
muchos facilitadores por naturaleza y recuerdo al maestro antes de la incursión
de las TIC en la educación que nos enviaba a la biblioteca a consultar los
temas, que revisaba las conclusiones realizadas a mano alzada buscando
interpretar el sentido de lo aprendido por cada uno de los estudiantes,
recuerdo el trabajo colaborativo en la casa de los compañeros acompañado del
famoso “algo” o “merienda” que preparaba la mamá del anfitrión; hoy formamos
para los estudiantes que estas generaciones nos presentan y es allí donde el
facilitador emerge de nuevo en el vocablo educativo.
Estas son las
realidades de la transformación de la educación pero entonces cuál es la
diferencia con la definición de maestro y entre las 24 definiciones de la Real
Academia retomo las siguientes:
“4. m.f. Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo.
6. m.yf. Persona que es práctica en una materia y la maneja con desenvoltura”
Y
no mencionaré más porque son derivadas de estos conceptos que se quedan cortos
ante la vocación del maestro que me ha permitido conocerlos como profesores,
tutores, facilitadores, instructores, docentes; pero “maestros” con características
especiales como el respeto a lo que hacen y a sus estudiantes, aprendices
inconclusos ávidos de conocimiento, pero hoy más maestros que nunca cuando
motivan a los estudiantes, cuando se sorprenden de todo lo que ellos como
maestros pueden hacer en clase con el celular, con tabletas, cuando usan el WhatsApp
entre ellos conformando grupos, cuando comparten las fotos y las entradas del Facebook,
cuando reflexionan en diferentes tonos qué recursos van a emplear para
potenciar los aprendizajes de los estudiantes desde los problemas de su
entorno, hoy más que nunca el maestro habla de las necesidades de sus
estudiantes pero también dialoga sobre sus propias necesidades de aprendizaje.
Los
diálogos son más abiertos y la experiencia del enfoque de aprendizaje por
proyectos conecta las disciplinas de manera natural, las voces se exaltan pero
no pierden de vista que lo hacen por los estudiantes, saben que el secreto está
en asombrar, en hacer memorable el aprendizaje y que deben construir, crear,
innovar pero tejiendo comunidad.
De
esta forma comienza la experiencia de la máquina del tiempo, una gran idea, un
hermoso sueño que inquietó tanto a los maestros de mi institución llevándolos a
una planificación dedicada, interdisciplinar, transversal, fascinante desde el
enfoque de Aprendizaje basado en proyectos.
¿Pero
que hizo en mi este proyecto?
La
máquina del tiempo me hace cuestionar la posición de los estudiantes con el
tiempo cuando su realidad es trasgredir las normas del día y la noche, los
horarios de comida, la impuntualidad, pero encontré algo más interesante y es
que yo tenía muchas preguntas sobre el tiempo que no había resuelto; como estas:
¿Cómo observar el tiempo?
¿El tiempo duele?
¿Cómo definir el término “al mismo tiempo”?
¿Por qué se paga el tiempo?
¿Cómo relaciono una pluma con el tiempo?
¿La muerte marca el final del tiempo?
¿Por qué digo “se me acabó el tiempo” si el
tiempo sigue?
¿Cómo olvido el tiempo?
¿Por qué puedo “compartir el tiempo?
¿Cuándo realmente “pierdo el tiempo?
¿Por qué el “tiempo es oro y precioso?
¿Cómo encontrar algo en el tiempo?
¿Cómo recupero el tiempo de los sueños?
¿Qué es “demasiado tarde” en el tiempo?
¿Cómo experimento con el tiempo?
¿Cómo defino tiempos oscuros?
¿Qué relación hay entre la identidad y el
tiempo?
¿Es el tiempo invisible?
¿Realmente el tiempo vuela?
¿El tiempo habla?...”El tiempo lo dirá”
¿Cómo puedo hablar de ideas, relatos y estilos atemporales?
¿Cómo devuelvo el tiempo, qué marca el tiempo
futuro, dónde está el tiempo presente?
¿Es esto un Dejá Vu de mis recuerdos en el
tiempo?
Y entonces cuáles son las preguntas que tienen
mis estudiantes del tiempo.
Así comienza el Aprendizaje basado en proyectos
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